The Legend of Zelda: A Link to the Past

En Escocia, el invierno no avisa, y ya hay días que está empezando a hacer frío. Parece que el verano es junio, julio y agosto, y en setiembre nos vamos preparando para prender la calefacción y abrigarnos más… Para no aceptar del todo que el verano terminó, qué mejor que escribir sobre Zelda.

Gran parte de los títulos de The Legend of Zelda que he jugado, los asocio con el verano. En general esto no viene relacionado a la fecha de salida del juego. Simplemente coincide que en mi memoria las aventuras de Link en Hyrule (y otros mundos) están atadas al calor y estar afuera. Entre ellos se incluye jugar Link’s Awakening en el patio para agarrar buena luz en el Game Boy o que me prestaran un Nintendo 64 un verano y recorrer Hyrule en 3D en Ocarina of Time con la ventana de mi cuarto abierta.

Este verano del hemisferio norte, con la inminente salida de The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom, decidí resolver uno de mis asuntos pendientes en videojuegos. Tengo el cartucho original de The Legend Of Zelda: A Link to the Past en alguna caja en Uruguay con todos mis juegos de Super Nintendo. Pero a pesar de haber empezado varias veces esa aventura, nunca la terminé. También la empecé de nuevo cuando adquirí mi SNES Classic Mini, y tampoco la terminé ahí. Disponible ahora en Nintendo Switch Online, me dispuse a resolver este problema…

El principio del juego me resultó muy familiar, de esperar visto que lo he empezado varias veces. La experiencia 2D de Zelda se ha mantenido similar a lo largo de los años. Los últimos del estilo que había jugado al momento habían sido la remake de Link’s Awakening para Switch (y sinceramente cada tanto juego a la versión DX de Game Boy Color), y un buen tiempo antes A Link Between Worlds en 3DS.

Me llevó jugar unos pocos minutos para darme cuenta por qué nunca había terminado este juego: No me engancha… La introducción está bien como para mandarte de lleno en una aventura. No demoramos mucho en entender qué tenemos que hacer y ya salimos a buscar a la princesa Zelda desde un principio. Por alguna razón me costó entrarle, no me gusta demasiado el inicio.

Hay otro tema en particular que me molestaba bastante. Como la mayoría de los Zeldas, tiene ese aspecto “metroidvaniaesco” donde empezamos con pocos poderes o ítems. Con el tiempo descubrimos ítems y corazones que nos dan más vida, por lo que resulta más difícil morir y más fácil derrotar distintos enemigos. Durante las primeras horas, me resultó molesto lo débil que era Link y lo fácil que era morir. Tenemos enemigos atacando a Link prácticamente todo el tiempo cuando andamos explorando Hyrule, y esto al principio me irritaba porque no había tenido tiempo de agarrarle la mano al combate.

The Legend Of Zelda: A Link to the PastAlgo importante que encontraba particularmente negativo es el uso de la espada. Creo que incluso en comparacion con Link’s Awakening en Game Boy, el rango de ataque con la espada es un poco raro. Pasadas varias horas me terminé acostumbrando y ya no sería un problema. Pero me costó, e incluso hacia el final donde con más experiencia acostumbraba a vencer a los enemigos con el ataque a distancia de la Master Sword, seguía pareciendo raro. Y una forma que podría describir el problema es que los enemigos atacan desde cualquier ángulo, mientras que el ataque de la espada sólo se puede hacer en 4 direcciones, vertical u horizontal.

Link’s Awakening vino un poco después, así que tiene sentido que hayan mejorado éstos aspectos. En mi mente el de Super Nintendo “tenía que ser mejor” que el de Game Boy. Pero estos ajustes son cosas que van evolucionando con el tiempo a lo que se aprende qué funciona mejor con el control. El punto de referencia que tenían hasta ahí eran los dos primeros juegos en el NES.

El escudo es casi inútil. Esto es otro aspecto que lo comparaba con Link’s Awakening, y me parecía “peor” en Super Nintendo. En el primero, si apreto B y mantengo el escudo en alto, casi nada daña a Link (¿si recuerdo bien?). En éste, el escudo está en alto por defecto, y depende del ángulo en que nos ataquen a distancia si el ataque nos daña o no. Más adelante es importante dominar la posición del escudo mientras mantenemos la espada “cargando” (cosa de poder caminar en cualquier dirección mientras Link mantiene el punto de vista y el escudo fijos) para evitar ciertos ataques en calabozos.

Tras agarrarle la mano a estos detalles, y obtener más ítems que amplían el rango de ataques que podemos hacer con Link, se hace más llevadero.

La música es genial. Esto es característico en la Leyenda de Zelda, y se destaca en A Link to the Past. Me imagino en su momento debe haber sido bastante especial venir del NES y escuchar el tema principal de Zelda un poco más “orquestrado” gracias al sistema de sonido más avanzado del Super Nintendo. Particularmente en los calabozos está muy buena, y suma mucho a la ambientación como opresiva y tenebrosa cuando corresponde.

Los primeros jefes me resultaron más complicados que los que se van encontrando hacia el final. Eventualmente es cuestión de aprenderse los patrones de ataque para poder esquivarlos, y encontrar su punto débil. Algunos caen en la categoría de tediosos y frustrantes, aunque una vez que encontramos ese patrón, no son tan difíciles de vencer.

Los gráficos no son nada del otro mundo, pero están muy bien para los 16 bits de la época. El pixelart envejeció muy bien, a veces 16 bits es todo lo que necesitamos. Se nota que aprovecharon también el “Mode 7” del Super Nintendo, el modo gráfico que permite rotar y escalar capas para dar la impresión de 3D y otros efectos. Los cartuchos desarrollados por Nintendo en el nuevo sistema tenían que hacer demostración técnica de lo nuevo que traía el Super Nintendo.

Los puzzles y calabozos están entretenidos, típicos de lo que acostumbra a ofrecer Zelda. La historia por más que Nintendo no le de demasiada importancia, hace su trabajo de transportarnos un poco e interesarnos por los personajes que habitan este mundo pixelado, con la satisfacción final de haberles ayudado a derrotar al mal y devolver la paz a Hyrule. Estaría interesante volver a jugar la secuela A Link Between Worlds ahora. Tiene el mismo mapa y concepto de dos mundos paralelos con todos los años de mejoras encima y lo disfruté mucho cuando lo jugué.

Para mí A Link to the Past no es uno de los mejores títulos de la saga. Creo que gran parte de la experiencia para quienes así lo consideran, se define por cuándo lo jugaron además de las experiencias que hayan tenido previamente con otros juegos y demás. Yo lo terminé todos estos años después, habiendo pasado por varios títulos que vinieron después e incorporaron cosas que de repente eran innovación en A Link To The Past. Me alegro de haberlo jugado y conocer la historia de esta entrega en la leyenda de Zelda. Si bien no es de mis favoritos, igual lo disfruté.

Por ahora hay un sólo juego de Zelda que puedo decir que me frustró al punto de considerarlo definitivamente “el peor Zelda”, pero eso fue un verano distinto y un post para otro día…

The Legend of Zelda: A Link to the Past

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